
Antoni Fernández Teixidó, exdiputado de CiU
Otro de los arrestados fue Oleg Tchoubine, natural de Grodni, Rusia. Le fue intervenida gran cantidad de documentación, que luego daría mucho juego, y también un rifle con munición de bala blindada, un revólver, un puñal de grandes dimensiones y una pistola de descargas eléctricas.
Malchas Tetruashvili, originario de Zareche, Rusia, acabó tamién en prisión. Fue capturado en Barcelona y se le intervino una gran cantidad de joyas que guardaba en una maleta. Era propiertario de la empresa GAMT, una de sus actividades consistía en la importación y exportación de productos de Coca-Cola. Es una persona muy bien relacionada, lo que le permitía hacer negocios en condiciones ventajosas. De hecho, invitaba a políticos, empresarios y artistas a las inauguraciones de sus locales de ocio en la Ciudad Condal, lo que lo hacía muy conocido y respetado. Se le relaciona con con Antoni Fernández Teixidó, diputado de CiU.
El georgiano Konstantin Asatiani, vecino de Marbella, se le confiscó documentación sobre varios proyectos urbanísticos, entre otros el del complejo Los Eucaliptos de Benalmádena. El último arrestado fue Merab Gogya, le disputó a Tariel Oniani, otro vory v zakonen, la comisión de Lukoil en su intento de expansión en España.
Vitali Izgilov también forma parte de los arrestados de esta primera parte. El suceso tuvo lugar en El Prat, aeropuerto de Barcelona, cuando se dispoinía a tomar un vuelo a Alicante. Avisado el personal de tierra, se facilitó la entrada en solitario de Izqilov en el finger. Cuando quiso darse cuanta, a sus espaldas se había cerrado la puerta de embarque y solo quedaban dos guardiasd civiles, y frente a él dos guardias más.
El 7 de mayo de 2006 fue el día elegido para detener a Zakhar Kalashov, máximo responsible de la mafia georgiana. Estaba en Dubai, en el cumpleaños de Vyacheslav Ivankov, alias el japonesito. Cuando se enteró que las Fuerzas de Seguridad estaban tras su pista intentó escapar en un coche, sin embargo los policías lograron detenerlo.
Es en este punto donde las autoridades y polítcos españoles entran en juego. El trabajo del juez Fernando Andreu fue decisivo. El magistrado logró preparar en menos de 24 horas es escrito de extradición de Kalashov. Era un requisito indispensable, porque debía ser el Gobierno quien aprobase en Consejo de Ministros la demanda para llevar al criminal a España. Justo aquí entra la participación de Alfredo Pérez Rubalcaba, para entonces Ministro del Interior, quien se movió con habiliad para conseguir la aprobación del Ejecutivo.
El 13 de junio Zakhar Kalashov aterrizaba en Madrid esposado y vigilado.