Para entender la Operación Avispa, la más grande operación contra las mafias de la desaparecida URSS, es necesario remontarse a la Operación Mármol Rojo. Se trata del preámbulo de la lucha que empezaba a librarse en España contra la mafia rusa, que en realidad son organizaciones mafiosas de países del Este aunque englobe a Rusia, Georgia, Ucrania y Bielorrusia, principalmente.
Llamada así por la ocupación de uno de los principales objetivos, empresario de tarragona cuyo negocio se dedicaba a este tipo de piedra, se calcula un blanqueo de más de 100 millones de euros procedentes de la extorsión y el crimen a través de las construcción y venta de inmuebles, entre los que figuraban varios hoteles de lujo en Granada y Almería.
En total se bloquearon unas 60 cuentas bancarias que el clan tenía en España, Andorra, las Antillas Holandesas, Belice, las Bahamas y las Islas Vírgenes.
El 31 de mayo empezaría “La hora del màrmol”. Mikhail Medvedev, de 57 años, era vigilado en su mansión del barrio de Pedralbes en Barcelona. El líder ucraniano llamó a un taxi para que lo llevara al aeropuerto. El coche apareció, pero no daba con el número de domicilio, por lo que un agente camuflado se ofreció a ayudarlo. La idea era perder al taxista para que así no se escapara Medvedev.
El cliente marcó con insistencia a la central del taxi y al ver que no aparecía el coche, recalcó que saldría de su casa con una maleta para que así lo reconociera el taxista.
Al salir, caían sobre él dos agentes que lo arrestraban hasta una esquina de la calle trasera. Ese mismo día cayeron en Tarragona Oleg Kharchenko, de 42 años, y Volodymir Yaskovets, de 45. Ambos eran personajes ligados directamente con Medvedev.
El empresario del mármol y nuevo rico, Antonio Alonso, fue detenido junto a su mujer en Almería. Más tarde les tocó a dos de sus hijos, David y Víctor, en Tarragona. En esta misma provincia detuvieron a Christian Tarruella Mejías, encargado de logística, el abogado de Alonso, Luis Ángel Fernández López y así hasta llegar a un total de 13 arrestos.
Luego de la Operación Mármol Rojo, la lucha contra la mafia rusa en España no cesó. Así es como tiene lugar una de las mayores batallas contra las mafias de Europa del Este: la Operación Avispa.
Su nombre surigió de manera casual. La Policía Judicial acudió al Servicio de Prevención de Blanqueo con una información previa, aún sin nombre, para constrastar datos. El inspector que apadrinaba esas pesquisas comentó a sus colegas que la idea era “pinchar, mover el avispero y esperar la reacción”.
Se marchó y todos se olvidaron del “título”, imprescindible para tratar los datos en el sistema. La persona encargada empezó a cotejar la lista de animales, una de las que se utiliza en una relación con miles de denominanciones. Recordó el aguijón de que habían hablado y como avispa no estaba asignado, utilizaron ese nombre.
La Operación Avispa alcanzó una repercusión mediática notable: un total de 50 medios españoles reseñaron un promedio de 674 noticias, siendo el ABC el medio de comunicación que más abarcó sobre este tema con 117 noticias.
Las cifras sobre las detenciones en esta operación fueron, sin duda, espectaculares: 28 detenidos en Cataluña, Murcia, Málaga y Alicante. Información que concuerda por la publicada en RTVE, la cual reseña que su primera fase comienza el 20 de junio de 2005. En esa fecha la Policía detuvo en Cataluña, Murcia, Málaga y Alicante a 28 personas, la mayoría cabecillas de la mafia rusa, acusados de asociación ilícita, blanqueo de capitales y quiebra fraudulenta.
El Mundo especifica que más de 400 agentes de la Dirección General de la Policía participaron en la operación caracterizada por 41 registros, bloqueo de 800 cuentas bancarias, distribuidas en 42 entidades bancarias a lo largo de todo el país y en la que también fueron intervenidos 42 vehículos de alta gama (Bentley, Mercedes, Porche, Jaguar, BMW), así como numerosas fincas en la costa española.
Entre los primero detenidos se encontraba Mikhail Mdinaradze, mano derecha de Zakhar Kalashov, y a quien se le intervino un pasaporte ruso con visado de recientes viajes a georgia y afirmaba controlar el cincuenta por ciento de la empresa Elviria Invest, S.L., donde quitaba y ponía responsables.
Otro de los que ingresaron en prisión era el secretario personal de Kalashov, Alexander Minin, al que se intervino en su domicilio de Benalmádena, en Málaga, un pasaporte ruso a nombre de su jefe.
Continuará…