El COE se quejó a Urdangarín porque lo puenteó para hacer un negocio
El duque de Palma pidió al Comité Europeo que le ayudara en unos juegos en Valencia.
Iñaki Urdangarín, durante los Juegos Olímpicos de
Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, se sintió puenteado por Iñaki Urdangarín en sus funciones institucionales y en las relaciones internacionales de su organismo y se lo comunicó al yerno del Rey por escrito. El duque de Palma gestionó, como uno más de sus negocios, el proyecto (finalmente frustrado) de los Juegos Europeos 2010 para la Comunidad Valenciana, un proyecto por cuyas gestiones cobró 382.000 euros.
Blanco se consideró “fuera de juego” por los contactos y las conversaciones que el duque de Palma entabló con el presidente del Comité Olímpico Europeo, Mario Pescante. Tras el reproche de Alejandro Blanco, Iñaki Urdangarín reconoció la existencia de “posibles malentendidos”.
En el sumario del caso Palma Arena se incluye la documentación sobre los proyectos del Instituto Nóos, presidido por Urdangarín, sobre el evento de Valencia. Los proyectos fueron elaborados en 2005 y las cartas enviadas y recibidas por Urdangarín en las que consta la polémica sobre competencias y jerarquías olímpicas están fechadas a finales de ese año e inicios del siguiente.
Alejandro Blanco, presidente del COE (cargo al que aspiró el esposo de la infanta Cristina), fue advertido por el presidente olímpico europeo, Mario Pescante, de las propuestas que le dirigió el duque de Palma y le remitió una copia de la carta de este.
Urdangarín presentó a Pescante el proyecto de Valencia y reclamó su ayuda en las instancias internacionales, con carta personal, sin especificar su rol de gestor empresarial al frente del Instituto Nóos y con una plataforma constituida como negocio con el dinero de la Generalitat Valenciana.
Blanco replicó por carta al esposo de la infanta Cristina: “Sólo te pido que, si tienes que hacer alguna gestión en la que este Comité Olímpico Español o yo podamos estar involucrados, me la comuniques para no estar en fuera de juego”.
El COE era elemento clave del proyecto por el que Nóos presupuestó un plan de trabajo y una oficina de los juegos cuyos gastos de ejecución cifró en cuatro millones de euros.
En la primera carta a Urdangarín, Alejandro Blanco anotó: “Me ha sorprendido este escrito (el de Mario Pescante), toda vez que no tenía constancia del que tú le habías enviado y que ha motivado esta respuesta (…) mucho te agradecería ser informado de los escritos que dirijas al respecto a los organismos internacionales”.
El duque de Palma se excusó ante Blanco asegurando que el anuncio se precipitó por “la premura” de las autoridades valencianas en dar cuenta de su proyecto, “al efecto de solventar posibles malentendidos que hayan podido producirse”. “Espero entiendas y comprendas la naturaleza de la actuación puesta en marcha”, añadió Urdangarín.
Urdangarín consignó que se efectuaría la “prospección por el Instituto Nóos de la viabilidad del lanzamiento de la candidatura” y que se contactaría con “todas aquellas instancias que tengan capacidad para generar opinión favorable en el entorno de las diferentes decisiones”. En este sentido, dio “ascendencia” al rol de Mario Pescante al frente del Comité Olímpico Europeo.
Los Juegos Europeos de Valencia 2010, para los que Nóos indicó que se debían invertir 450 millones en instalaciones, no contaron con la anuencia de otros comités olímpicos y de las federaciones deportivas internacionales. Nóos ideó el evento para contribuir a “una construcción europea sostenible y humanista con un respeto medioambiental permanente”, desde una Comunidad Valenciana “humanista”.
Urdangarín firmó a través del instituto Nóos con la empresa pública valenciana Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana, creada para “coordinar y ejercer una dirección estratégica de las acciones de promoción y difusión de la imagen de la Comunidad Valenciana”. El contrato fue suscrito, en su condición de consejero de Presidencia, por Esteban González Pons, que está citado como testigo por el juez del caso Palma Arena.
Urdangarín fijó la primera tarifa dE NOOS en 181.000 euros, más gastos e IVA
Jaume Matas, no habría contratado nunca para alguna de sus empresas a Al Capone, por considerar, que no tenía el nivel suficiente de experiencia que él estaba acostumbrado a contratar. Según últimas informaciones de la «Cosa Nostra», no sé si están esperando que termine toda esta «puesta en escena judicial» de todo lo referente a Jaume Matas, para ofrecerle un suculento contrato como asesor económico. Veremos que contesta.
Damián Vidal
Nueva condena -a pena de cinco años de cárcel- por un episodio probado de corrupción en la época del Gobierno balear del presidente Jaume Matas (2003-2007), del Partido Popular. El exdirector gerente de la empresa pública regional de tecnologías Bitel, Damián Vidal, ha sido condenado por la Audiencia de Palma a una pena de cinco años de cárcel, como autor del delito de malversación de medio millón de euros de caudales público, fraude a la Administración y cohecho
El fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que en 2008 abrió la causa –con la detención de Vidal-, tras una denuncia del anterior Gobierno balear del PSOE, pidió para el reo hasta 12 años de reclusión carcelaria e inhabilitación, más una indemnización de 569.000 euros y una multa de 141.274 euros. Horrach acusó a Vidal de los mismos delitos por los que ha sido condenado.
Damián Vidal es profesor en la Universidad de la islas Baleares (UIB), especialista en ingeniería y seguridad de programas y sistemas. Ha sido condenado tras probarse que cargó gastos privados a las cuentas público, se dio sobresueldos, usó la tarjeta para gastos injustificables, cobró comisiones y efectuó adjudicaciones a sus propios socios que reconocieron los hechos.
El condenado se defendió asegurando que su cargo era privado –no público- que es un enfermo bipolar obsesivo, afectado de un complejo de inferioridad ante la familia de su ex mujer y, por ello, quiso ser capaz de diseñar un submarino, estudiar más carreras universitarios y traducir códices medievales, para ostentar la herencia propiedad del castillo medieval de su familia, en Santueri, Felanitx, Mallorca.
Matas puso al frente de Bitel –en cuyo capital participó Telefónica- a Damián Vidal tras haber actuado como perito de la defensa de su parte en un caso judicial de espionaje electrónico a los correos de un cargo del PSOE desde el ordenador de Presidencia. Por este caso se juzgó y absolvió, por falta de intencionalidad, a dos asistentes de Matas que no se sentó en el banquillo –era ministro- al ser amparado por la cúpula de la Fiscalía general contra el criterio de los fiscales en Palma.
Antes del juicio Damián Vidal descartó un pacto posible pacto de conformidad con la Fiscalía, de colaboración con la justicia para rebajar hasta cuatro años y medio la posible condena. Después negoció otra rebaja por retorno de fondos distraídos que tampoco cuajó. El presidente de la Sala que firma la sentencia, Eduardo Calderón, abandona el tribunal y pasa a un juzgado ordinario, saturado de trabajo, como otros cuatro magistrados que salieron de la Audiencia para ocupar empleos de rango inferior.
Recortes presupuestarios, restricciones sociales, menor protección social, peor atención sanitaria, peor educación, rebaja de salarios, despidos, precariedad…
¿Todo por la deuda?
Estamos en crisis y no existe otro discurso para salir de ella que el de recortar y continuar recortando los presupuestos del Estado destinados a fines sociales. El motivo de tal austeridad, según apunta el discurso dominante, es el alto nivel de endeudamiento del Estado español, motivo que comparte con el resto de países de “segunda” de la zona euro.
Hemos visto, durante estos años de crisis, cómo las agendas de nuestros políticos estaban repletas de reuniones y más reuniones; cómo los dirigentes europeos declaraban la urgencia de crear medidas de estabilidad del euro; cómo se llamaba al orden a ciertos países y cómo la presión político-mediática legitimaba continuos gestos antidemocráticos como la imposición de gobiernos tecnócratas no elegidos democráticamente (golpes de estado en Grecia e Italia) o nuestra reciente reforma exprés de la Constitución, sin referéndum, aprobada el 30 de agosto de 2011, que expone en su artículo 135.3: “Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta”. En otras palabras: el pago de la deuda será prioritario; cada euro que entre en tesorería tendrá que ir destinado prioritariamente a pagar la deuda y sus intereses -en detrimento de sueldos, pensiones, prestaciones y cualquier tipo de gasto social- hasta que no se haya cubierto totalmente dicho importe. Y además, se prohíbe su negociación o repudio.
Así pues, el dinero de nuestros impuestos no irá destinado prioritariamente a nuestros servicios sociales sino al pago de la deuda. Una deuda de la que nunca fuimos conscientes sin poder opinar o participar. Una deuda apuntada como el mayor de los problemas y de la que nos hacen responsables directos y nos obligan, por constitución, a saldar. Una deuda que obliga a recortar nuestros servicios públicos y que nos condenará al mayor de los desamparos sociales. Una deuda de la que aún no se ha hecho ninguna auditoría para determinar su legitimidad. Una deuda que ha establecido una nueva política de gobierno y un nuevo orden de prioridades presupuestarias.
Frente a todo esto, debemos preguntarnos, ¿cuál es la verdad que esconde la deuda? Para descifrarlo, hagamos un repaso de la historia de la deuda y veamos cómo se acabó imponiendo este régimen económico llamado Deudocracia.
¿Cómo se ha llegado a vivir en Deudocracia?
Para empezar, debemos decir que la crisis actual no es nueva. El sistema capitalista en el que ya llevamos viviendo más de un siglo, ha generado, a lo largo de su historia, otros episodios de crisis tan duras como la actual. Y es menester decir que estas épocas de crisis han servido para que el sistema capitalista se refundase bajo otros parámetros o ejes de actuación. De hecho, el capitalismo vive de estas épocas de crisis, pues al estar basado en el crecimiento competitivo (producir más y vender más para obtener más y crecer más), y dado que este no puede ser infinito (hay, entre otros, un límite ecológico, pues el planeta no puede ofrecer infinitos recursos), necesita de una destrucción para poder volver a crecer y volver a restablecer, de nuevo, el campo de juego. De nada sirve, entonces, buscar soluciones a la crisis si no se construye una alternativa al sistema económico capitalista. Una alternativa, todo hay que decirlo, que no la encontraremos en el crecimiento y consumo que tanto defienden las escuelas tradicionales de economía, ¿todos debemos crecer y consumir para salir de la crisis? Está claro que las soluciones crecentistas no harán más que encaminar la sociedad a una destrucción irreparable del planeta.
Centrándonos en las causas de esta crisis, y para entender por qué se habla de una crisis de la deuda o por qué la deuda se ha convertido en el eje central de todas las reformas antisociales que estamos viviendo, es aconsejable entender cómo hemos llegado a esta situación de dependencia. Veamos cómo fue creciendo el endeudamiento tanto público como privado:
1ª Etapa: Antecedentes
En los 70 hay una crisis mundial generada, principalmente, por la subida del precio del petróleo (provocada por EEUU y seguida por los países árabes) y por la subida de las tasas de interés sobre los préstamos en EEUU, que afecta tanto a endeudados como a Estados.
Esta crisis marca el inicio de una nueva etapa: el Neoliberalismo. Una etapa que establece tres ejes básicos que, a la vez que dotan de un poder casi autoritario a las instituciones y entidades financieras, afectan muy negativamente al ingreso de dinero de las familias y el Estado:
Liberalizar el capital (quitar todas las barreras posibles a la libre circulación del capital), lo que promocionó el auge del sistema financiero por apoyarse en una tecnología que facilitaba la libre circulación (Internet).
Reducir el poder de control de los Estados sobre el mercado, lo que conlleva privatizaciones estatales y política fiscal regresiva (reducción de impuestos, sobre todo a grandes empresas). Un eje que afecta, directamente, al ingreso de dinero de los Estados (el dinero que se invierte en servicios sociales, infraestructura… etc).
Flexibilidad laboral, o lo que es lo mismo, presión para establecer unos trabajos precarios y peor remunerados. Esto afecta directamente al ingreso de dinero de las familias (el poder adquisitivo de la población española ha disminuido un 8% en los 10 años previos a la crisis).
2ª Etapa: Disminución de los ingresos
Debido a las medidas neoliberales impuestas a raíz de la crisis de los 70, las familias y los Estados dejaron de ingresar mucho dinero pese a mantener un creciente nivel de gastos (los precios y el consumo no dejan de subir). Esto llevó a ambos agentes a una situación de déficit (déficit es una diferencia negativa entre ingresos y gastos, es decir, cuando gastas más de lo que ingresas).
Por tanto, una de las cosas que hay que desmentir es que el déficit del Estado haya venido provocado por un malgasto o “mal uso” de nuestros servicios sociales. Si el Estado ha incurrido en un déficit es, principalmente, por la disminución de ingresos del Estado a cuenta de la disminución de los impuestos (sobre todo de grandes empresas y familias ricas) y de las privatizaciones de las empresas públicas.
Situación de déficit de un Estado:
El descenso de ingresos provocado por la disminución de los impuestos y las privatizaciones han sido compensados con el aumento de los impuestos indirectos como el IVA (un impuesto injusto por tener que pagarlo por igual todos los ciudadanos sin tener en cuenta el nivel de ingresos)
Bajo esta política neoliberal de dar más libertad al capital y reducir el papel del Estado como recaudador social, España es de los países de la UE que menos recoge en impuestos:
Ingresos fiscales por países en porcentaje del PIB nacional en 2010.
España contaba con un impuesto de sociedades para grandes empresas del 35% y, en plena crisis, se rebajó al 30% (según fuentes de la AEAT y la CNMV, las grandes empresas que cotizan en el IBEX35, tributan de media un 18%). El Estado dejó de ingresar en los 7 años anteriores a la crisis, por la rebaja fiscal a grandes empresas, 28.000 millones de euros, cifra que contrasta con los 15.000 que recortó Zapatero y los 40.000 que tiene previsto recortar Rajoy en 2012. Y no hay que olvidar la escandalosa cifra que supone el fraude fiscal en España: las organizaciones profesionales de inspectores de Hacienda ofrecen el dato de 70.000 millones de euros anuales (los recortes para el periodo 2010-2013 serán de un total de 50.000 millones de euros).
A pesar de estos factores, como la tendencia impuesta por el capitalismo era de la de un crecimiento basado en el consumo, en el mundo desarrollado se implantó el sistemacrediticio (o de la deuda) durante de los 70, 80 y 90. Este planteamiento crecentista, se pudo dar gracias a la promoción de dinero llevada a cabo por las entidades financieras, que son quienes obtienen beneficios con el movimiento y el préstamo del capital.
Este mecanismo afectó negativamente a todos los agentes posibles:
Bancos: Para dar créditos se tienen que endeudar con otro agente.
Empresas: El recurso fácil de crédito inundó de deuda las empresas al establecer el crédito como política de crecimiento.
Familias: Debido a la pérdida de poder adquisitivo y la promoción de crédito, las familias cayeron en la trampa de la codicia y fueron víctimas participantes del boom inmobiliario.
Estado: La pérdida de ingresos por la política neoliberal (intentada compensar con impuestos indirectos) generó un desequilibrio negativo entre estos y los gastos (déficit). Este déficit se solventó con endeudamiento en forma de crédito y de venta de bonos.
En el estado español, este endeudamiento dio rienda suelta a gastos inútiles en tema de infraestructuras (aeropuertos innecesarios, un TAV ineficiente…) y se promovió de una manera desorbitada la vivienda: se construyeron más viviendas que Alemania, Francia e Italia juntas, a los precios más altos del mundo teniendo en cuenta los sueldos de los ciudadanos. Muchos se enriquecieron especulando, pero gran parte del dinero no volverá a existir. Gran parte de este dinero está enterrado en construcciones inacabadas (del orden de 1.500.000)
En el Estado español, el déficit fue contrarrestado por la promoción de la vivienda.Para entender el boom inmobiliario:
3ªEtapa: Aumento de los gastos
Con la crisis del 2007-2009, llega la etapa de los rescates:
Al sector inmobiliario: Se le conceden 20.000 millones de euros en los primeros compases de la crisis.
Al sector bancario: las ayudas a la banca, que supuestamente amenazaba con colapsar, supusieron un desembolso por parte de las arcas públicas que, en el caso del Estado español, ascendió a 141.000 millones de euros.
El Gobierno, sin embargo, no instauróimpuestos para contrarrestar este gasto en su balance, sino que recurrió al endeudamiento.
El galopante aumento del desempleo con el consecuente aumento en el pago de prestaciones y bajada en la recaudación del IRPF, el aumento del gasto público para afrontar la crisis y el aumento de la carga del pago de la deuda por refinanciación contribuyó a que se pasase de una situación de superávit fiscal del 1’9% del PIB en 2007 a un déficit del 11’1% a finales de 2009.
En la actualidad, a nivel mundial,la deuda agregada es de 158 billones de dólares (2 veces el PIB mundial, es decir, 2 veces la riqueza que se genera a nivel mundial). De esta deuda, el 25% es pública y el 75% privada. La deuda total de los países en desarrollo, incluyendo a China y Rusia, es de 1,5 billones de dólares: un 1% de la deuda total mundial, lo que implica que el problema lo tienen EEUU, Europa y Japón.
¿Cómo se endeuda un país?
Así como las familias o las empresas se endeudan con la contracción de créditos bancarios que tienen que devolver bajo unos intereses marcados por la entidad bancaria, los países tienes 3 formas de financiamiento:
Préstamos a entidades bancarias: Igual que las familias o empresas.
Deuda Multilateral: Préstamos que se contraen con el BEI (Banco Europeo de Inversión). Muy utilizados en la construcción de grandes infraestructuras. Actualmente supone entre un 10% y un 13% de la deuda total del Estado.
Emisión de Bonos o Deuda Pública: Es la más importante, supone casi el 80% de la deuda total del Estado. Mediante este mecanismo, el país emite unos “papeles” (bonos) que vende a una cantidad determinada. Esos bonos lo compran los agentes financieros (bancos principalmente) con el compromiso que el Estado les devolverá el dinero invertido más una cierta cantidad en forma de interés. Un interés que, como veremos más adelante, aumenta a medida que se torna más difícil la situación económica.
¿Cuál es la perversión del sistema de financiación?
Es el mecanismo de emisión de deuda pública y la forma de determinar el interés a pagar por esos bonos, es lo que hace del modelo de financiamiento un sistema a todas luces ilegítimo.
Por un lado, el BCE (emisor de la moneda única europea), en base a unas leyes para controlar la inflación, se constituyó para no poder prestar dinero directamente a los países. Dicha constitución obliga a los países a recurrir al mercado secundario (el de los bancos privados) para obtener financiación. Es así como los bancos privados hacen su negocio particular: obtienen dinero barato del BCE (al 1% de interés) y lo ceden a los Estados a un interés mayor (4% o más). Es decir, el sector bancario se beneficia de la deuda emitida por los países y, teniendo en cuenta que los países, debido al modelo de financiamiento, deben recurrir a la venta de bonos para obtener dinero con el que invertir en sus gastos, los bancos son los grandes beneficiarios de la deuda pública de los países, tanto por negocio como por posicionamiento de poder.
Además, el interés que deben pagar los Estados por la deuda contraída, aumenta con la posibilidad de impago, es decir, los intereses que se le exigen a un país por los bonos emitidos son mayores a mayores dificultades económicas atraviese el país. Este aumento del interés (sinónimo de gran negocio para la banca) viene marcado por valoraciones que hacen las agencias de calificación privadas (Standars $ Pool, Moody’s, Fitch) en función de unos parámetros que ellos mismo determinan. El resultado se mide en sus valoraciones y en la prima de riesgo, que es la diferencia porcentual de lo que se paga por el bono en relación al bono alemán.
Ejemplo financiación de un país europeo con una tasa de interés por sus bonos del 5%:
Además, hay todo un mercado financiero alrededor de esta deuda que no hace más alimentar la especulación. Este mercado, tan complejo como ilógico, está compuesto fundamentalmente por los CDS (Credit Default Swaps) o los seguros de impago de la deuda pública de los países. Es decir, un banco puede comprar un bono español y, a la vez, hacer un seguro de impago por si el Estado español se declara en bancarrota y no puede pagar. En caso de default (impago) el tenedor del CDS cobrará el dinero de la indemnización. Pues bien, la perversión de los CDS está en que estos productos financieros pueden adquirirse aún sin estar en posesión de ningún bono, con lo que hay agentes especulativos (tenedores de CDS) que están muy interesados en que haya ciertos países que puedan declarar un impago de sus bonos para poder cobrar el dinero de la indemnización.
¿Cómo se ha generado la deuda en Europa?
La doctrina neoliberal, que promocionó el poder de sector financiero y la reducción de ingresos de los Estados y familias, se instaló institucionalmente en Europa a finales de los 90 y principios del siglo XXI.
La UE, en base a unas reglas insostenibles de crecimiento y consumo, se formó entre países con políticas fiscales muy dispares (mucha diferencia en el impuesto de sociedades) y con capacidades de producción muy diferentes. Esto provocó un desequilibrio en las formas de funcionar: países exportadores (aquellos con mayor capacidad de producción y tecnología) y países importadores.
Los exportadores (Alemania, Francia y los países bajos), lejos de dedicar sus ganancias a promover mejoras sociales en sus ciudadanos, empezaron a exportar su dinero en forma de créditos hacia los países importadores (era más productivo invertir el capital en el sistema especulativo-financiero que en la economía real).
Los importadores, que no podían competir con las industrias más desarrolladas (la alemana y francesa principalmente), debían endeudarse para superar sus déficits comerciales. Recurrieron a la emisión de deuda pública para financiarse. Una deuda que fue absorbida por el sistema financiero privado, tanto interno como externo, y que engrosó las cuentas y el poder de bancos y agentes financieros.
La necesidad de financiamiento de los países importadores unida a la oportunidad que tenía la banca (y agentes financieros) para ganar dinero, promocionó un sistema de endeudamiento que fue absorbido con perfecta eficacia por sociedades educadas en el sobreconsumo, en las que tener más siempre es mejor sin importar las consecuencias sociales, medioambientales o financieras. Así, mientras el sector empresarial y financiero se complace de tener colocada toda su producción, los países periféricos, como importan más de lo que exportan, tienen la necesidad de endeudarse para seguir consumiendo.
Deuda Pública: representa sólo un 16% del total y es lo que deben las instituciones públicas como el Estado, CCAA y Ayuntamientos (la proporción: 75%, 20% y 5% respectivamente).
Deuda Privada: el resto, 84% del total, es de:
Familias 21%, contraída por la población en forma de hipotecas y préstamos personales.
Bancos y entidades financieras 32%
Empresas (principalmente del sector de la construcción) 31%.
¿Quiénes son los acreedores de nuestra Deuda?
De la Deuda Pública, hemos de decir que el 55% de ella se debe a entidades financieras españolas (Banco Santander y BBVA principalmente) y que el resto es a entidades extranjeras, principalmente bancos franceses y alemanes.
Deuda pública interna en manos de bancosSantanderBBVABankiala CaixaOtros25.3%23%29.1%10.1%12.5%
Según estos Datos, es fácil adivinar por qué los presidentes del Banco Santander, del BBVA o Merckel y Sarcozy (hablando por boca de sus banqueros nacionales) estén tan interesados en que España adopte las medidas necesarias para poder saldar sus deudas.
¿Cuál es el nivel de endeudamiento de España?
Según los mensajes que nos llegan para justificar los recortes, parece que el Estado español se haya endeudado mucho, pero ¿cuál es ese nivel de deuda en comparación con otros países? ¿Estamos en una situación tan grave como para que se nos apliquen estos recortes? ¿Acaso gastamos demasiado en servicios sociales? En cuanto a Sanidad y Educación, hay que decir que España, respecto a su PIB, invierte menos que la media de la UE, de hecho, está a la cola en estas materias (un 25% menos que Alemania o Francia). Nuestra deuda, comparada con otros Estados (en relación al PIB):
Deuda Pública (azul claro), sólo la punta del iceberg.
Deuda de empresas, bancos y entidades financieras (azul oscuro).
Deuda Familiar (negro).
A día de hoy tenemos una deuda pública menor que Alemania o Francia.
De hecho, antes de la crisis, España tenía una deuda del 36% respecto al PIB (mucho menor que los compromisos de Maastrich, que la establecían en un nivel máximo del 60%). En la actualidad ha crecido hasta el 70% del PIB.
Resumiendo, el problema no es la deuda pública sino la deuda privada. Y es un problema porque el avalador de tales deudas es el Estado. Así pues, los bancos tan sólo tienen que preocuparse de ganar dinero, pues en caso de fallida, quien asumirá las pérdidas será el Estado.
La banca española está en posesión de 173.000 millones de euros en activos tóxicos (activos financieros de dudoso cobro o difícil venta e hipotecas).
Gasto (encientos demillones deeuros)Gasto socialRecortes social…Rescate inmob…Fraude fiscal a…Deuda pública …Rescate a la ba…Activos tóxicos050100150200
La propuesta de creación de un “Banco Malo”, no es más que una manera de hacer que el Estado asuma (compre) estos activos tóxicos (basura financiera) y libere a la banca de los problemas generados por sus prácticas especulativas. Por supuesto, el Estado debe asumirlo con dinero público, es decir, con dinero de nuestros impuestos.
Debemos ser conscientes, además, que la banca privada fue la principal responsable y beneficiaria de la burbuja inmobiliaria y del aumento desorbitado del precio de los pisos. Ahora, descubierto el agujero que han provocado, no se les juzga por los graves problemas causados a la población, ni se les va a obligar a asumir las consecuencias de un negocio fallido. No participamos de sus beneficios pero debemos asumir sus pérdidas. Es más, han hecho valer su poder (bajo la complacencia interesada de la clase política) para que se les dé dinero de nuestros impuestos y que no se vean afectados económicamente por su negocio en la quiebra. ¿Qué ciudadano posee tal privilegio? Esto es un golpe de Estado financiero.
El coste del rescate a los bancos está siendo trasladado a la población. Se pagan los intereses de una deuda que ha servido para rescatar a la banca y cuyos objetivos están alejados de los intereses de los ciudadanos. Los rescates no deberían ser considerados deuda pública, sino que deberían ser tratados como préstamos separados, a pagar por la misma banca y no por toda la sociedad. Es importante recordar que en 2008 no existía la denominada crisis del “endeudamiento”, pero sí la crisis de los grandes bancos.
El instrumento de endeudamiento “público” está siendo utilizado ahora en Europa como lo fue en Latinoamérica desde los años 1970: como un mecanismo de transferencia de recursos hacia el sector financiero privado. Es una manera de desfalco de recursos públicos y ahora nos toca a nosotros.
Vídeo Viviendo en Deudocracia. La deuda en los países del Norte: Aprendiendo del Sur.
¿Recortes cómo solución a la crisis?
En la situación actual las soluciones que se imponen para afrontar la crisis, no son otras que las ofrecidas por el propio sistema capitalista: Mejorar la competitividad española en el exterior para reactivar la economía. Y para que la economía vuelva a crecer y el pastel vuelva a ser grande y podamos optar a un trozo mayor, nos venden que “todos” debemos hacer un esfuerzo. Pero a estas alturas es evidente que sólo una élite se beneficia de esta estrategia. El resto, permite la degradación de sus derechos, del medio ambiente y de la calidad de vida, en pro del siempre deseado crecimiento económico y a cambio de la esperanza de no figurar en la lista del INEM.
Así, bajo la premisa de una vuelta al crecimiento para salir de la crisis, se están imponiendo dos medidas terriblemente alejadas del bien social:
1.- Rescate de la Banca: Esta medida sólo desemboca en una situación más precaria, pues al poco ingreso que tienen los Estados como herencia de la época neoliberal, debemos añadir el expolio de dinero público que supone la recapitalización del sector bancario. En otras palabras, el dinero de nuestros impuestos, con el pretexto de salvar los ahorros de la población, se está empleando para engrosar cuentas corrientes de directivos bancarios, para seguir con el negocio de compra de activos financieros y para especular en contra de las deudas de los estados europeos.
La ayuda total al sector bancario ha supuesto 141.000 millones
Ayudas al sector bancario (millones de euros)Avales bancariosAdquisición activosEsquema protecciónactivosCapitalParticipacionespreferentesconvertibles8.1%13.8%14.9%56.6%
2.- Política de austeridad (sólo sufrida por la población): La aplicación de recortes sociales no hará más que aumentar la recesión económica. Al generar más paro se reducirá la recaudación de impuestos y aumentará el gasto en seguro de desempleo, el déficit y la deuda pública. Y con este aumento de la deuda vendrá la calificación a la baja de las agencias de rating, el consiguiente aumento de la prima de riesgo con su aumento de los intereses de la deuda y nuevos recortes sociales.
Además, los recortes vienen acompañados de otros ajustes como reformas laborales y aumento de los impuestos (sólo sobre los trabajadores y no sobre los beneficios empresariales). Ajustes que sólo recaen sobre la población.
En esta gráfica observamos el gasto que ha hecho el Estado en diferentes ámbitos. El dinero que ha de destinarse al pago de la Deuda ha crecido en 3 años un 65%, principalmente por los rescates bancarios y el gasto social del desempleo.
El coste del rescate a los bancos está siendo trasladado a la población con la excusa del endeudamiento. Gran parte de la deuda actual son los intereses de los préstamos contraídos para rescatar a la banca. El dinero que el Estado extrae de los recortes se utiliza para saldar esta deuda, y la banca utiliza este dinero para fines alejados de los intereses de los ciudadanos. Los rescates no deberían ser considerados deuda pública, sino que deberían ser tratados como préstamos separados, a pagar por la misma banca y no por toda la sociedad. La deuda contraída para rescatar a los bancos está hipotecando nuestro futuro y el de generaciones venideras.
La política de austeridad aumentará la situación de crisis y empeorará las cuentas del Estado. Los recortes hacen perder poder adquisitivo a las familias a la vez que se privatizan servicios sociales básicos, lo que llevará a una espiral continua de pobreza y de destrucción de derechos sociales.
Tal y como está instalado el control de la deuda, un país que demuestra menos capacidad para saldarla debe pagar más por los intereses de su financiamiento (aumenta la prima de riesgo y las agencias de rating califican a la baja). Siendo esto así, el estado español, con toda la disminución de ingresos que suponen las medidas de austeridad, será calificada a la baja (crecerán los intereses) y deberá aumentar sus partidas presupuestarias al pago de los intereses de la deuda, lo que significará más recortes.
Una política basada en la deuda genera unas inercias que sólo conducen a un nivel de endeudamiento muy por encima de las posibilidades reales de las poblaciones y a la destrucción del medioambiente por la promoción de una creciente necesidad de sobreconsumo.
Es momento de luchar por nuestros derechos, por nuestros servicios sociales, pues en la dinámica de precariedad, desposesión y privatización a la que estamos siendo sometidos, lo único que nos podrá dar cobertura social no es el capital individual, si no los planes universales de garantía social; es momento de dejar de obsesionarse por hacer el pastel más grande y empezar a cortarlo bien. La salida de la crisis está en que todos tengamos lo necesario, eliminando el derroche de los que tienen más. La salida de la crisis está en repartir la riqueza y el trabajo.
¿Por qué no mejoran las cosas?
El dinero público no se destina a aliviar la situación de los que más padecen la crisis, que ven recortadas sus prestaciones sociales. Nuestros impuestos, regalados a los bancos, se están empleando para engrosar cuentas corrientes de directivos bancarios, para seguir con el negocio de compra de activos financieros y para especular en contra de las deudas de los estados europeos.
El BCE presta dinero a bancos y aseguradoras a un interés muy bajo (1%), dinero barato que invierten en comprar deuda pública a tipos de interés que oscilan entre el 3 y el 15% (como es el caso de Grecia), un negocio redondo. Es decir, las inyecciones de liquidez que el BCE dota a la banca europea para que, supuestamente, lo destinen en forma de créditos a la ciudadanía, se convierte en dinero que los Bancos invierten (por su alta rentabilidad) en la compre de Deuda Pública.
La posibilidad de que el Banco Central preste dinero a los Estados sin la intermediación de los mercados no se plantea: la propia arquitectura financiera de la unión permite, e incluso facilita, este tipo de movimientos especulativos.Y todo ello bajo la injerencia de las agencias de rating, que tras su criminal actuación en EEUU durante el estallido de la crisis, siguen siendo capaces de evaluar la solvencia de un Estado.
A ello hay que añadir la mayor recesión que provocarán los nuevos recortes. Al generar más paro, se reducirá la recaudación de impuestos y aumentarán el gasto en seguro de desempleo, el déficit y la deuda pública –y la prima de riesgo, que alcanza tasas de usura–, forzando más recortes y alimentando el círculo vicioso.
Los recortes vienen acompañados de otros ajustes como reformas laborales y aumento de los impuestos sólo sobre los trabajadores (y no sobre los beneficios empresariales). Se pretende mejorar la competitividad española en el exterior y así reactivar la economía. Nos venden que “todos” debemos hacer un esfuerzo para que la economía vuelva a crecer, para que el pastel vuelva a ser grande y podamos cada uno tener un trozo mayor. A estas alturas es evidente que solo una elite se beneficia de esta estrategia. El resto permite la degradación de sus derechos, del medio ambiente, de la calidad de vida, en pro del siempredeseado crecimiento económico, a cambio de la esperanza de no figurar en la lista del INEM.
Es momento de dejar de obsesionarse por hacer el pastel más grande y empezar a cortarlo bien. La salida de la crisis está en que todos tengamos lo necesario, eliminando el derroche de los que tienen más. Repartir, en definitiva, la riqueza y el trabajo.
Entonces, ¿puede la Deuda considerarse ilegítima e injusta?
Sí, en derecho internacional, una deuda es ilegítima si procede de préstamos que, por cómo fueron concedidos, gestionados y en aquello que financian, de forma directa o indirecta, atentan contra la dignidad de la vida de los ciudadanos y ponen en peligro la convivencia pacífica entre los pueblos. Es la deudas que se deriva de acuerdos financieros que (o bien en la contratación o renegociación, o bien en lo que establecen, en lo que financian o en los impactos que causan) viola los derechos humanos o los principios de derecho internacional reconocidos por las naciones del mundo y que rigen las relaciones entre los estados y entre los pueblos. La deuda externa, sin embargo, también puede ser considerada ilegítima en su globalidad, en tanto que mecanismo de dominación y empobrecimiento, que perpetúa unas relaciones Sur-Norte injustas y desiguales, que responde fundamentalmente a los intereses de los acreedores y, en concreto, de las élites económicas (en el Norte y en el Sur).
Es una deuda ilegítima aquella cuyos fondos se emplean para adquirir medios y armas para reprimir a la población o para fines muy discutibles, como comprar navíos de guerra, submarinos, cazabombarderos y helicópteros de combate (el gobierno griego siguió comprando armamento a Francia y Alemania, cuando su deuda ya era enorme).
Deudas ilegítimas, contraídas a espaldas de la ciudadanía, contra sus derechos, deteriorando o destruyendo el medio ambiente no se deben pagar.
También las ayudas a los bancos pueden ser consideradas como deuda ilegítima, porque no cumple para lo que ha sido concebida. El dinero del rescate ha sido destinado a que el sector financiero privado se haya podido deshacer de los activos tóxicos, pagar parte de sus deudas y reestructurarse obteniendo grandes beneficios.
Auditoría ciudadana de la deuda: ¿por qué y cómo?
La cuestión del pago de la deuda pública constituye un tabú. Los jefes de Estado y de gobierno, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y la prensa dominante lo presentan como inevitable, indiscutible y obligatorio. Los ciudadanos y las ciudadanas se deberían resignar a pagar la deuda pública. La única discusión posible sería sobre la forma de modular el reparto de los sacrificios necesarios para liberar los medios presupuestarios suficientes, con el fin de cumplir con los compromisos del país endeudado. Los gobiernos que pidieron los préstamos fueron elegidos democráticamente, por lo tanto sus actos son legítimos. ¿Se debe pagar?
La auditoría ciudadana es un instrumento para eliminar este tabú. Consiste en analizar de manera crítica la política de endeudamiento llevada a cabo por las autoridades de un país.
No es necesario entrar en secretos de Estado para encontrar las respuestas. Es perfectamente posible proceder a un examen riguroso del endeudamiento público a partir de información de dominio público.
El proceso de una auditoría no es un proceso reservado a expertos; un colectivo puede comenzar el trabajo y provocar el debate público, durante el proceso los colectivos se entusiasmarán y conseguirán diferentes asesoramientos (por ejemplo, estudiar las dificultades financieras encontradas en los hospitales públicos presentes en un territorio).
Otros ámbitos en materia de deudas privadas también pueden abordarse. En países como España o Irlanda en los que el estallido de la burbuja inmobiliaria hundió a centenares de miles de familias en la ruina, sería útil investigar las deudas hipotecarias de las familias. Las víctimas de los manejos de los prestamistas pueden aportar sus testimonios y ayudar a comprender el proceso ilegítimo de endeudamiento que las afecta.
Pero más allá del control financiero, la auditoría tiene un papel eminentemente político ligado a dos necesidades fundamentales de la sociedad: la transparencia y el control democrático del Estado y de sus gobernantes por los ciudadanos.
Se trata de necesidades que se refieren a los derechos democráticos elementales, reconocidos en el derecho internacional, el derecho interno y la Constitución, aunque sean violados continuamente. El derecho de control que tienen los ciudadanos sobre aquellos que los gobiernan, de informarse de todo lo que concierne a su gestión, sus objetivos y sus motivaciones es intrínseco a la propia democracia. Esto emana del derecho fundamental de los ciudadanos a ejercer su control sobre el poder y de participar activamente en los asuntos públicos y por lo tanto comunes.
El hecho de que los gobernantes se opongan a la idea de que los ciudadanos y ciudadanas osen realizar una auditoría ciudadana es revelador de una democracia muy enferma.
La realización de una auditoría ciudadana de la deuda pública, combinada, gracias a una importante movilización popular, con una suspensión del reembolso de la deuda pública, debe llevar a la anulación/repudio de la parte ilegítima de la deuda pública y a una reducción drástica del resto de esa deuda.
No es cuestión de apoyar los alivios de deuda decididos por los acreedores, especialmente a causa de las severas contrapartidas que implican. La anulación de la deuda, que desde ese momento es un repudio por el país deudor, es un potente acto soberano unilateral.
¿Por qué el estado endeudado debe reducir radicalmente su deuda pública al proceder a la anulación de las deudas ilegítimas?
En primer lugar por razones de justicia social, pero también por razones económicas que cualquiera puede comprender y apropiárselas. Es inviable salir de la crisis de forma satisfactoria, si una parte creciente del presupuesto público se dedica al pago, cada vez más costoso, de la deuda pública.No es posible responder a una deuda que puede crecer indefinidamente haciendo crecer indefinidamente la economía, puesto que los recursos no son ilimitados.
Por lo tanto es necesario anular una gran parte de la deuda pública. La amplitud de esta anulación dependerá del nivel de conciencia de la población (en este nivel, la auditoría ciudadana cumple una función crucial), de la evolución de la crisis económica y política y sobre todo de las relaciones de fuerza concretas que se construyen en la calle, en las plazas y en los lugares de trabajo mediante las actuales movilizaciones y las que están por venir.
La reducción radical de la deuda pública es una condición necesaria pero no suficiente para que los países de la Unión Europea puedan salir de la crisis. Se necesitan medidas complementarias: reforma fiscal redistributiva,persecución efectiva del fraude fiscal, transferencia del sector de las finanzas al ámbito público, imposición de una tasa sobre las transacciones financieras especulativas, resocialización de otros sectores claves de la economía, reducción del tiempo de trabajo con blindaje de los salarios más bajosy contratación compensatoria, y tantas otras medidas que permitirían cambiar radicalmente la situación actual que llevó al mundo a un explosivo callejón sin salida.
La unión (internacional) hace la fuerza.
Una campaña por la auditoría de la deuda desplegada únicamente en el interior de las fronteras nacionales es difícilmente concebible frente a un enemigosupranacional unido, rodado, experimentado, coordinado, sobrearmado y, sobre todo, determinado a pelearse durante mucho tiempo.
Esta deuda y las políticas de austeridad draconiana que engendra están totalmente internacionalizadas. Pero la extensión de la crisis de la deuda por toda Europa y Mediterráneo tiene al menos una consecuencia positiva: ha hecho nacer resistencias que caminan hacia la creación de campañas de auditoría de la deuda pública -muy pronto- en una docena de países.
Se están desarrollando iniciativas por auditorías ciudadanas de la deuda en Francia, Grecia, Irlanda, España, Portugal, Italia, Bélgica, Reino Unido, Túnez, Egipto…. El encuentro, el intercambio de experiencias, la conexión en red, la coordinación y, sobre todo, la elaboración programática y la acción común de todas estas campañas europeas (pero también extraeuropeas) son actualmente de una urgencia absoluta y constituyen una tarea prioritaria para todos nosotros.
En conclusión, podríamos muy bien afirmar que la verdadera razón de ser de una campaña o de una comisión de auditoría de la deuda pública es contribuir a dinamizar, radicalizar y a poner en marcha hacia su emancipación a una sociedad ya revuelta contra los planes de austeridad y el sistema que los genera. ¿De qué manera? Animando y ayudando directamente a la auto-organización de los ciudadanos en lascolectividades de lucha contra la deuda y la austeridad, con el fin de que nos familiaricemos tantocon el control ciudadano de los actos de “los de arriba”, como con la idea de que somos capacesde gestionar democráticamente nuestra cotidianeidad. En suma, con el fin de tomar las riendasde nuestras vidas y destinos. Ni más, ni menos…
La auditoría debe servir a las luchas de resistencia y de emancipación de losciudadanos. La auditoría de la deuda no es un fin en sí mismo, no es más que uninstrumento, un medio al servicio de la lucha por la emancipación de los ciudadanos.
Anexos:
“La deuda pública, un mecanismo de redistribución de riqueza de pobres a ricos”. Ivan Gordilloes miembro del Seminarid’Economia Crítica Taifa (http://seminaritaifa.org/).
“Resumen de Argumentos legales”. Resumido de los capítulos 21 y 22, escritos por CécileLamarque y RenaudVivien, CADTM Lieja, Bélgica, del libro colectivo “La deuda o la vida”, (direc.DamienMillet-Eric Toussaint), Icaria editorial, Barcelona 2011.
Glosario; quién y qué es qué en el mundo de la Deuda. (libro)
Maletín para ampliar información (Enric).
#Nodebemos#Nopagamos. Bajo este lema ha echado a andar la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD) con el objetivo de analizar la política de endeudamiento llevada a cabo por el Gobierno. Los colectivos que integran esta plataforma reclaman una auditoría, ya que consideran que el problema de sobre-endeudamiento que tiene España no ha sido generado sólo por el Estado, sino “en mucha mayor medida por el sector privado”.
La deuda total de nuestro país asciende en torno al 400% del Producto Interior Bruto. La deuda del sector público (Administración central, comunidades autónomas y ayuntamientos) representa el 80% del PIB, un 132% corresponde a las empresas no financieras y un 81% del PIB a los hogares, según los datos de 2012 del Banco de España.
La deuda de las entidades financieras rondaría el 100% del PIB, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque los parámetros utilizados en este caso no son similares a los de las familias y al resto de empresas. Por lo tanto, en España,la deuda privada es bastante más abultada que la pública, según denuncian desde la Plataforma.
De hecho, la deuda pública española es inferior a la media de la UE, donde el promedio se encuentra en el 83%. En la actualidad, la deuda de nuestro país está por debajo de la de Alemania, situada en el 81% y bastante por detrás de la de Grecia, que representa el 180% del PIB. Sin embargo, esta situación puede empeorar en 2013 cuando la deuda española alcance el 90,5% del PIB y supere así la media europea, según el anteproyecto de ley de los presupuestos.
Partiendo de estas premisas, la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda, integrada por colectivos como el 15-M, Ecologistas en Acción, Economistas sin Fronteras o ATTAC, considera que es indispensable saber qué se esconde tras la deuda y donde se invierte ese dinero: “No es necesario entrar en secretos de Estado para encontrar las respuestas. Es perfectamente posible proceder a un examen riguroso del endeudamiento público a partir de información de dominio público”, aseguran.
‘Viviendo en deudocracia’
La iniciativa surgió a raíz del encuentro internacional ‘Viviendo en Deudocracia’, celebrado en octubre de 2011 en Madrid, organizado por la Red Quién debe a Quién, donde se acordó sacar adelante la propuesta y extenderla por todo el país. La Plataforma estará así presente en las próximas movilizaciones del 15-M con el fin de denunciar “la ilegitimidad del pago de la deuda”, así como las políticas de austeridad que se están instaurando en su nombre.
“La deuda pública ha pasado del 36% en 2007 al casi 80% de la actualidad. El Estado se está endeudando para conseguir recursos con los que rescatar a la banca y a la élite empresarial, que dicen no poder pagar sus propias deudas. De esta manera, la deuda privada se convierte en pública y la debemos pagar todos, cuando no nos hemos beneficiado de ella”, asegura Guiomar Morales, economista y miembro de la Plataforma.
La iniciativa de auditar la deuda no es nueva y se ha puesto en marcha en países como Brasil y Ecuador
Según Morales, a todo ello hay que sumar que el Banco Central Europeo (BCE) presta dinero a bancos a intereses muy bajos (1%), un dinero que ellos invierten en comprar deuda pública a intereses del 5%. “Por tanto, en plena crisis, los bancos siguen obteniendo beneficios gracias al endeudamiento y la liquidez que inyecta el BCE no revierte en crédito a los ciudadanos”, declara Morales.
La iniciativa de auditar la deuda externa no es nueva y se ha puesto en marcha en países como Brasil y Ecuador. La deuda en Ecuador alcanzaba 17.000 millones de dólares en 2006, casi el 61% del PIB. Ese año, el país latinoamericano empleaba el 200% de los ingresos fiscales petroleros para pagar los intereses de la deuda.
Cuando llegó al poder Rafael Correa, creó la ‘comisión para la auditoría integral del crédito público’ con el fin de identificar lo que consideraba como “deudas ilegítimas”. El presidente ecuatoriano decidió no pagar las deudas que no hubieran beneficiado a la población, logró reestructurar parte de ella y readquirió títulos de deuda a un valor inferior al que tenían. Tras todos estos pasos y duras negociaciones, Ecuador logró ahorrar casi 7.000 millones de dólares.
Aparte del caso de Ecuador, desde la Plataforma también miran el ejemplo de Islandia, donde el Gobierno no empleó ni una corona de los contribuyentes en los bancos. En el año 2008, Islandia dejó caer a tres grandes bancos, renegoció la deuda con los acreedores (Alemania, Reino Unido y Holanda) y permitió que tomaran el control de las entidades. No obstante, se calcula que los acreedores de la deuda sufrieron una quita del 70%.
Más próximo todavía tenemos el caso de Grecia. El país heleno tiene actualmente una deuda pública que roza el 180% de su PIB y se pretende que llegue a 2020 con un ratio del 124%.
Ante la imposibilidad de que el país heleno pueda hacer frente a una deuda tan abultada por muchos recortes que emprenda, el Eurogrupo y el FMI han puesto en marcha herramientas para ‘perdonar’ a Grecia 40.000 millones de euros, entre ellas, la de reducir en 100 puntos básicos (desde los 150 actuales hasta 50) los intereses que cobran los países del euro a Grecia por los préstamos bilaterales del primer rescate.
¿Qué pasará con España? ¿Serán suficientes los recortes para pagar la deuda? La Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda considera que “se está imponiendo un régimen económico llamado deudocracia en el que las exigencias de los acreedores están por encima de la población”. “Es injusto que los ciudadanos tengan que cargar con las ayudas a los bancos, sufrir los recortes y las privatizaciones para pagar una deuda que ellos no han generado”, asevera Pablo Campo, otro miembro de la Plataforma.
Denuncian las «artimañas procesales» por las que Gao Ping y sus lugartenientes fueron excarcelados ocho días después del auto de la Sala
La defensa de Xiaoshuang Zhu, imputada en el marco de la ‘operación Emperador’ contra el blanqueo de capitales y la evasión fiscal, ha presentado una querella en el Tribunal Supremo (TS) contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y los fiscales del caso, Juan José Rosa y José Grinda, por prorrogar «ilegalmente» su estancia en prisión y la de otros 19 presuntos dirigentes de esta red, entre los que se encuentra su máximo cabecilla, Gao Ping.
La querella, a la que ha tenido acceso Europa Press, atribuye al juez instructor y los fiscales Anticorrupción la comisión de 20 delitos contra la libertad individual por ordenar su encarcelamiento cuando ya había expirado el plazo legal de 72 horas previsto por la Ley de Enjuiciamiento Criminal y prorrogar esta situación durante ocho días después de que el auto de prisión fuera anulado por la Sala de lo Penal.
La acción judicial fue interpuesta el pasado día 17 ante la Sala Segunda del alto tribunal, que ha dado traslado al fiscal para que informe sobre su competencia y valore si debe ser admitida a trámite.
Según esta parte, el juez y los fiscales «se concertaron» y se valieron de «artimañas procesales» que les permitiesen «paliar o tratar de paliar lo que a todas luces era irremediable y además escandaloso ante la opinión pública», en alusión a la puesta en libertad de los 20 imputados, que se acordó el pasado 29 de noviembre.
INTERVENCIÓN DE LOS CORREOS
La querella, que solicita que se proceda a la intervención de los correos electrónicos del juez y los fiscales para comprobar si se concertaron para prolongar la prisión de los imputados tras conocer el auto de la Sala, denuncia el «más absoluto desprecio intelectual y jurídico» de Andreu por el criterio de la «superioridad» y considera que su actitud es «inaudita para un abogado, un fiscal o un juez, quienes deben con humildad asumir las resoluciones dictadas por nuestros tribunales».
Andreu se vio obligado a adoptar esta decisión después de que el día 22 la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, presidida por el juez Alfonso Guevara, ordenara la «inmediata» puesta en libertad de uno de los detenidos, Kay Yang, al considerar que su detención se prorrogó de forma ilegal. Al día siguiente ordenó la excarcelación de otros tres imputados más por los mismos motivos.
En su auto, la Sección Tercera argumentaba que el arresto de los presuntos miembros de la trama se produjo el 16 de octubre, por lo que al tratarse de una «detención judicial» y no policial el detenido debió ser puesto a disposición del instructor en un plazo de 72 horas. Sin embargo, Andreu acordó el día 18 la puesta a disposición del juzgado de los detenidos, que no fueron enviados a prisión hasta los días 19 y 20. El juez se hizo «responsable» de la situación aunque manifestó que a partir del día 18 cesaron todas las diligencias policiales.
INCIDENTES DE NULIDAD
A partir de ese momento, los fiscales Anticorrupción presentaron incidentes de nulidad contra los autos de la Sala aun sabiendo, según la parte querellante, que se trataba de «un mecanismo inviable procesalmente» que también fue inadmitido por el tribunal.
De igual modo, la defensa de Xiaoshuang Zhu critica el «empecinamiento» del juez instructor al no fundamentar en el auto de libertad la imposición de una medida cautelar tan «grave y singular» como la obligación de realizar comparecencias diarias en la Audiencia Nacional.
Además de Gao Ping, la Sala ordenó la puesta en libertad de otros destacados dirigentes de su trama, entre los que se encontraban su esposa, Lizhen Yang; su lugarteniente, Wei Lin; y el presunto líder de la trama de extorsión, Haibo Li.
Rato dice ante el juez que todo se hizo para dar una buena imagen a los mercados
Rodrigo Rato llega a la Audiencia Nacional para declarar como imputado.
Galeria de fotos de : «CONTRA LA IMPUNIDAD YA»
El exvicepresidente asegura que hubo un cambio de planes de última hora respecto a la aprobación de las cuentas por parte de Economía que fue lo que le llevó a dimitir
El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha desvelado este jueves en la Audiencia Nacional que, poco antes de su dimisión, el Gobierno le pidió un nuevo plan para la entidad, a pesar de que el anterior tenía el visto bueno del Banco de España, según han informado fuentes jurídicas.
En su declaración ante el juez Fernando Andreu, Rato ha explicado que a finales de marzo el grupo financiero presentó al supervisor un plan de saneamiento paracumplir con las provisiones inmobiliarias impuestas por el Gobierno en su primera reforma financiera a principios de año.
Posteriormente, este plan se completó a primeros días de abril con otro, a iniciativa de BFA-Bankia, que resolvía algunas dudas sobre la matriz (BFA) y que fue elaborado por Deloitte, la misma compañía que auditaba al grupo y que participó activamente en su salida a bolsa, ha recordado Rato.
Y fue este proyecto el que recibió el visto bueno formal del Banco de España (BdE) en una misiva remitida a su atención el 17 de abril, según ha recordado Rodrigo Rato.
No obstante, a pesar de la aprobación del BdE, el expresidente de la entidad ha revelado que las «autoridades» le pidieron que hiciera otro en el que contemplara una caída de la economía española peor que las previsiones más pesimistas.
Y una vez más, convencido de que Bankia podría salir adelante, Rato se puso a trabajar con su equipo para diseñar en las últimas semanas de abril una nueva estrategia, que garantizara la continuidad de la entidad ante escenarios inimaginables.
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Según las declaraciones de Yagüe a eldiario.es, Rato ha soltado «muchísimos datos técnicos» pero no ha explicado los problemas de la entidad. «Nos ha explicado la trayectoria de la entidad pero seguimos sin saber qué es lo que ha pasado», ha afirmado Yagüe.
Yagüe ha dicho además que si lo que dice Rato es cierto, quiere decir que «los reguladores y las autoridades han destruido el propio sistema. Eran conscientes de la morosidad y de la posición inmobiliaria. No tiene sentido». El abogado ha señalado además que el expresidente de la entidad no ha cambiado su opinión y aún defiende que las cuentas que presentó en su día «son reales y estaban bien». En opinión de Rato, «el banco realmente estaba dando beneficios».
Los letrados de 15MpaRato están convencidos de que hay muchas posibilidades de que Rato sea procesado por el artículo 282 bis del Código Penal por un delito de publicidad engañosa cometida a causa de la información facilitada en la salida a bolsa, así como en el caso del canje de las preferentes.
Fuentes jurídicas consultadas por eldiario.es recuerdan que la posible intromisión del Banco de España o de Economía en la toma de decisiones empresariales por parte de Bankia no exime al que fuera responsable último de su ejecución. El abogado Fernando Zunzunegui, cuyo despacho está defendiendo a muchos inversores afectados por las preferentes, recuerda que aunque la iniciativa de ciertas actuaciones partiera de los reguladores, la aquiescencia de Rato le hace «cómplice».
La declaración de Rato se ha producido mientras en las puertas de la Audiencia Nacional se concentraban unas 100 personas, la mayoría accionistas y preferencistas de Bankia, que han permanecido allí más de tres horas. Una de las personas, de hecho, ha tenido que ser atendida por el SAMUR por el tiempo que llevaba ahí, por el frío y por su avanzada edad. Via: Diario.es
Rato ha llegado a la Audiencia mucho antes de lo previsto y ha entrado en el edificio bajándose del coche, parado justo delante de la puerta. No obstante, ha salido desde el garaje en un coche a gran velocidad e incluso derrapando ante la ruidosa protesta de los manifestantes.
El juez Ruz imputa a Ramoncín por el caso SGAE por apropiación indebida y falsedad documental
Deberá acudir a la Audiencia Nacional el 14 de enero
Un informe policial analiza facturas del cantante por valor de 170.000 euros
Hay dudas sobre la forma de contratación y sobre la realidad de los servicios
José Miguel Fernández Sastrón (i) y el cantante Ramoncín, a las puertas de la SGAE.EFE/Sergio Barrenechea
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha citado como imputado al cantante José Ramón Márquez, «Ramoncín», el próximo 14 de enero en el marco del caso SGAE, por los delitos de apropiación indebida y/o administración desleal, así como falsedad documental.
En una providencia, el juez cita a Ramoncínbasándose en un informe aportado por la Guardia Civil en el cual se han analizado facturas emitidas por el cantante o por su editora musical Júpiter Musical S.L. al grupo SGAE entre 2004 y 2012, por un valor total de 170.552 euros.
Según este informe, se generan dudas sobre la forma de contratación observada y, en algunos casos, sobre la realidad de los servicios o productos por los que el grupo SGAE retribuyó al cantante, han indicado fuentes jurídicas.
El estudio ‘Flujos financieros ilícitos de países en desarrollo. 2001-2010’ cifra en seis billones de dólares el ‘dinero sucio’ desviado a paraísos fiscales y grandes bancos de países ricos
En la última década, seis billones de dólares procedentes de actividades ilícitas fueron desviados de países en desarrollo a paraísos fiscales y bancos de países ricos.REUTERS
El crimen, la corrupción y la evasión de impuestos costaron al mundo en vías de desarrollo858.800 millones de dólares en 2010, según un nuevo estudiopublicado este martes por Global Financial Integrity (GFI) , una organización estadounidense que trata de promover políticas más estrictas contra el lavado de dinero internacional.
En su último estudio, Flujos financieros ilícitos de países en desarrollo: 2001-2010 , GFI calcula un descenso en los cflujos de capitales ilícitos con respecto a 2008, año previo a la depresión económica mundial que firmó el máximo histórico con 871.300 millones dólares procedentes de actividades delictivas que se esfumaron de los países menos desarrollados.
El dinero se va a paraísos fiscales ya países ricos
El informe, realizado por los economistas Dev Kar y Sarah Freitas, asegura que sumas astronómicas de dinero ‘sucio’ salen de estos países para terminar en paraísos fiscales o engrandes bancos de los países desarrollados.
«Está claro: las economías en vías de desarrollo están perdiendo cada vez más dinero en un momento en que las naciones ricas y pobres están luchando por igual para impulsar el crecimiento económico. Este informe debe ser una llamada de atención a los líderes mundiales para hacer frente a estos flujos perjudiciales «, ha dicho el director de GFI, Raymond Baker.
«Este dinero ‘sucio’ acaba en paraísos fiscales o en grandes bancos de los países ricos»
En total, GFI calcula que en la última década, las naciones en desarrollo han visto desaparecer de sus arcas casi seis billones de dólares resultado de la corrupción y evasión de impuestos . Una cantidad de dinero que según la coautora Freitas «podrían haber invertido en salud, educación e infraestructuras; en sacar a la gente de la pobreza y salvar vidas «.
Si la cifra es escalofriante, hay que tener en cuenta que gran parte de las ganancias fruto deltráfico de drogas, contrabando de personas y otras actividades delictivas, que a menudo son liquidados en efectivo, no se incluyen en estas estimaciones, según explica la organización.
«El orden social, político y económico en China no es sostenible a largo plazo»Este estudio clasifica los países por la magnitud de los flujos de capital ilícito entre 2001 y 2010, revelando cuáles son los 20 estados que más dinero ilegal han exportado, un ránking compuesto por 150 países de todo el mundo y que encabeza China, con una estimación de 274.000 millones de dólares; seguido de México, con 47.600 millones evadidos. En la lista aparecen países como Arabia Saudí o Rusia, con decenas de miles de dólares fluyendo ilegalmente. Entre los 20 primeros están, sobre todo, países ricos en recursos energéticos, como Iraq, Serbia, Venezuela o Qatar.
Chita también es el país del que más dinero sucio salió en el 2010, un flujo estimado de 420.000 millones de dólares. La distancuia con el siguiente país es desorbitada, casi un 553% más que en Malasia, desde donde se esfumaron 64.380 millones.
«Nuestros informes siguen demostrando que la economía china es una bomba de relojería«, asegura el Dr. Kar. «El orden social, político y económico en ese país no es sostenible a largo plazo, dadas esas salidas ilegales masiva», asevera.
Desde el GFI apuntan varias soluciones e instan a los líderes mundiales a aumentar la transparencia en el sistema financiero internacional como un medio para reducir el flujo ilícito. Para ello recomiendan que se facilite la información sobre el dueño verdadero y humano de todas las corporaciones, fideicomisos y fundaciones que mueven grandes flujos o exigir la información deventas, beneficios e impuestos pagados por las corporaciones multinacionales a cada país, entre otras medidas.